En nuestra sociedad la gestión del tiempo es una exigencia cada vez más importante: llegar a tiempo, sincronizarse, prever, decidir en el momento adecuado. El tiempo es un motor de oportunidades sociales. Una persona excluida es aquella a la que no se permite acoplar su tiempo a los tiempos públicos donde fluyen oportunidades vitales tales como el empleo, el reconocimiento, o la mejora de la posición social. Una persona marginada no está solo situada en una periferia espacial sino que vive literalmente en otro tiempo.